En España una de las inversiones más populares son las rentas inmobiliarias, ya que representa un alza dentro de un contexto que en ahorros significa una escasa rentabilidad en los depósitos porque los intereses son muy bajos.
Podemos afirmar que es un negocio totalmente escalable, ya que una vez que lo tienes todo estudiado y aprendes como es su funcionamiento, la inversión inmobiliaria, puedes escalarlo y aprovechar todo el potencial. ¡Lo importante es que des el primer paso y te animes!
Pero seguramente te preguntarás, ¿Qué pasa con el capital? ¿Qué pasa si no tengo los ahorros suficientes? No te preocupes, es un mercado tan amplio que te permite invertir con un capital inicial importante, como si tus ahorros son escasos. Seguro que hay un nicho de mercado para ti.
Cuando hablamos de rentas inmobiliarias no sólo se refiere a comprar viviendas para alquilarlas. Muchos inversores aprovechan inmuebles en bajo precio para luego revenderlos y obtener mayores ganancias.
Los bienes inmobiliarios no sólo son viviendas, pueden ser garajes, edificaciones, locales comerciales, oficinas, etc.
Los cálculos que necesitas saber.
La mediana salarial en España se encuentra entorno a los 17.000 euros brutos aproximadamente. Así que vamos a definir como objetivo ganar 1.200 euros mensuales limpios (estén exentos de cualquier importe y que estos sean líquidos para tu bolsillo).
Por ejemplo, si llegas a ingresar 3.000 euros mensuales en alquileres, pero tus gastos acompañados de esos alquileres ascienden a 3.500 euros mensuales, esto no te resultaría rentable, porque requerirías mayores ingresos para mantener tus inversiones.
La realidad es que se busca es lo contrario, porque se quieren generar 1200 euros mensuales que sean la diferencia entre lo que se percibe mensualmente y todos los costes mensuales, incluyendo los impuestos.
Es muy importante hacer bien las cuentas, y si no van a obtener una rentabilidad mínima, tampoco comprarlos. En cuanto a la rentabilidad debes calcular que después de hacer todos los números debe quedarte limpios entre un 5% y un 9%. No existe el riesgo cero, por eso es mejor buscar rentabilidades menores, en torno al 5%, con pisos de calidad, en buena zona, bien distribuidos e iluminados. Si el piso no es de los mejores, o tiene algunas carencias, busca que al menos sea más rentable, porque tienes más riesgo de que no se alquile, o que los inquilinos se vayan. En estos casos debes exigir más rentabilidad porque hay más riesgo.
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